Tratamiento Adicciones y Dependencia Emocional
En un primer momento, se tendía a pensar que una adicción era una desgracia que caía sobre una familia inocente, por lo que la atención familiar se limitaba a ofrecerles un espacio donde ser escuchada y atendida en su sufrimiento. Con el tiempo se enfatizó en las relaciones familiares como origen del problema, ofreciendo entonces un espacio de asesoramiento. Este tipo de implicación, en muchas ocasiones, perjudicaba a la familia al producir un sentimiento de culpabilidad, que les hacía considerar la adicción como consecuencia de una pésima educación o de una carencia de afecto.
Sin embargo, cuando las personas deciden hacerse dueñas de su vida y de sus decisiones, el crecimiento personal no tiene límites. “La búsqueda de autonomía es una tendencia natural en sujetos sanos”. Pero las personas que sufren de apego afectivo son las que más bloquean su autonomía; la adicción a otro ser humano es difícil de erradicar y más aún cuando la motivación de fondo es la necesidad de seguridad/protección.
Dependencia emocional ¿somos dependientes?
La dependencia emocional se produce cuando no tienes responsabilidad completa sobre tus sentimientos, cuando tu autoestima y felicidad dependen de otros, por lo general, de tu pareja. La dependencia afectiva es una adicción hacia otra persona que conlleva a renunciar a tu propia libertad.
En su base se encuentra un patrón de necesidades emocionales insatisfechas que la persona intenta cubrir estableciendo uan relación afectiva, poniendo a esta por encima de todo, incluso de su propia felicidad. ¿Qué síntomas podemos entender como dependencia emocional?
- Tu felicidad se centra en una sola persona, no disfrutas de otra cosa que no sea estar con quien amas o aprecias.
- Tu alegría depende de cómo te tratan los demás y de lo que piensan de ti.
- Evitas a toda costa llevar la contraria para evitar enfrentamientos porque te invade el temor a molestar o a ser rechazado.
- Antepones el deseo de otros, al tuyo propio. Te sientes como si no tuvieras capacidad de decisión.
- Te invade a menudo el miedo a perder a personas y a su vez, este miedo te impide disfrutar de las relaciones.
- Caes fácilmente en los chantajes emocionales, ya que no soportas que por tu culpa alguien sufra.
- Prefieres sufrir antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a. No tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco sientes que tienes la capacidad de salir adelante sin esa persona.
- A menudo tienes sentimiento de culpa, te sientes responsable de la felicidad de los demás.
Mi objetivo como psicóloga es ayudarte a superar esta dependencia emocional, que aprendas a valorarte más para que tu felicidad solo dependa de ti.