Con respecto al juego patológico, en general, a veces, asaltan muchas dudas. En la actualidad se habla mucho de él, del boom del juego online, de la problemática que acarrea en los jóvenes y no tan jóvenes, de la publicidad masiva y en muchos casos agresiva, etc.
Cabría en primer lugar preguntarnos “¿Por qué se agrupan las personas?” algunas de las respuestas pueden ser las siguientes:
Comienzo de curso… después de seis meses teniendo contacto a través de un ordenador… miedos, muchos miedos, pero también muchas ganas, ilusión y ganas de volver a la “nueva normalidad” con nuestros niños. Piensas que va a ser difícil y que vamos a tener que enseñarles nuevas normas y nuevas formas de mostrar nuestro cariño desde la distancia.
Si miro atrás en el tiempo, muy atrás y busco mi primer recuerdo… Tengo apenas tres años o cuatro años, de la mano de mi hermano entramos a un lugar extraño, lleno de gente extraña y muchos niños, demasiados. Mamá se va, sin un adiós, sin besos, sin un volveré, ahí pasan los años, A5 era yo, mi ropa, mi cepillo de dientes, mi armario, mi marca, A5 era yo. INVISIBLE.
Los padres debemos ser conscientes de la influencia que ejercemos sobre nuestros hijos/as. A lo largo de las diferentes etapas, nuestros hijos/as perciben todo lo que los adultos hacemos, en especial el comportamiento. Acompañarles en la interiorización de reglas, valores y juicios es parte importante del desarrollo social y moral.
Encontrar el beneficio para que las reglas convencionales, buenas costumbres, normas básicas de convivencia y el respeto por los demás sean adquiridas con complacencia. Efectivamente, los padres somos el principal ejemplo de imitación. Por ello, en este tiempo de confinamiento, los padres deberíamos ser los primeros en potenciar tiempo de convivencia familiar, comunicación positiva favoreciendo la expresión de emociones con respecto a la situación actual que vivimos, realizar un uso adecuado de la tecnología, sin favorecer el abuso de la misma, respetar los tiempos de uso y los contenidos adecuados a la edad de cada cual, realizar rutinas de deporte en familia o de forma individual, fomentar la comunicación con familiares y amigos como forma de socialización, etc.
Debemos ayudarles a “reinterpretar” las situaciones que les angustian, sobre todo en el momento que están viviendo, a analizar sus experiencias anteriores, a reconocer los posibles obstáculos. Cuando ampliamos el punto de vista encontramos soluciones en las que antes ni tan siquiera habíamos podido reparar, dibujamos alternativas. Hay que ayudarles a sobrellevar la decepción y el desencanto por no conseguir lo que quieren o desean, enseñarles a tolerar la frustración. Animarles ante el fracaso y la decepción, a conocer sus limitaciones y a superarlas en la medida de lo posible.
Los familiares de un adicto, en ocasiones codependientes, se suelen hacer responsables de los pensamientos, sentimientos y las acciones del otro e igualmente consideran que la otra persona es responsable de sus sentimientos, acciones y pensamientos; en definitiva, un codependiente no sabe dónde acaba él y empieza el otro.
Hoy, a las 19:00 horas estaré en la conferencia de apertura; «Lenguaje y tratamiento, dos caras de la misma moneda»
La identificamos cuando asumimos los repetidos fracasos y sufrimientos que nos ha originado, ya que no nos permite relacionarnos de una manera sana con nuestros seres más queridos, mucho menos con nosotros mismos. Te das cuenta que estás envuelto-a en un círculo vicioso donde la obsesión, la inseguridad y el miedo te tienen paralizado/a; te has perdido y difícilmente puedes ver la luz.
Os dejo un artículo de diario sur sobre las adiciones digitales en el que hemos participado. Fuente: diariosur.es
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