Los padres como «modelos» en el confinamiento
Los padres debemos ser conscientes de la influencia que ejercemos sobre nuestros hijos/as. A lo largo de las diferentes etapas, nuestros hijos/as perciben todo lo que los adultos hacemos, en especial el comportamiento. Acompañarles en la interiorización de reglas, valores y juicios es parte importante del desarrollo social y moral.
Encontrar el beneficio para que las reglas convencionales, buenas costumbres, normas básicas de convivencia y el respeto por los demás sean adquiridas con complacencia. Efectivamente, los padres somos el principal ejemplo de imitación. Por ello, en este tiempo de confinamiento, los padres deberíamos ser los primeros en potenciar tiempo de convivencia familiar, comunicación positiva favoreciendo la expresión de emociones con respecto a la situación actual que vivimos, realizar un uso adecuado de la tecnología, sin favorecer el abuso de la misma, respetar los tiempos de uso y los contenidos adecuados a la edad de cada cual, realizar rutinas de deporte en familia o de forma individual, fomentar la comunicación con familiares y amigos como forma de socialización, etc.
Debemos ayudarles a “reinterpretar” las situaciones que les angustian, sobre todo en el momento que están viviendo, a analizar sus experiencias anteriores, a reconocer los posibles obstáculos. Cuando ampliamos el punto de vista encontramos soluciones en las que antes ni tan siquiera habíamos podido reparar, dibujamos alternativas. Hay que ayudarles a sobrellevar la decepción y el desencanto por no conseguir lo que quieren o desean, enseñarles a tolerar la frustración. Animarles ante el fracaso y la decepción, a conocer sus limitaciones y a superarlas en la medida de lo posible.