Los familiares de un adicto, en ocasiones codependientes, se suelen hacer responsables de los pensamientos, sentimientos y las acciones del otro e igualmente consideran que la otra persona es responsable de sus sentimientos, acciones y pensamientos; en definitiva, un codependiente no sabe dónde acaba él y empieza el otro.

En una familia con problema de adicción, el problema de dependencia es mantenido por todos los miembros del sistema familiar, ya que, en su afán por ayudar al adicto, en ocasiones prolongan la enfermedad por la falta de aceptación de esta. Acaban, de esta manera, transformándola en un problema conductual, creando la ilusión de que se puede controlar.

La enfermedad ha hecho que cada miembro de la familia tenga un papel específico «funcionando» disfuncionalmente.

Por ello, el tratamiento de los familiares de los adictos es fundamental, y no solo como apoyo a la rehabilitación sino fundamentalmente, por ellos mismos. Y se debería trabajar en:

*Aprender a superar los miedos

* Mejorar autoeficacia      

* Aumentar la autoestima

* Aumentar el autor-respeto

* Autocontrol

TODO SIN DEJAR DE SENTIR es decir, este trabajo individual no implica dejar a un lado al adicto-a, sino todo lo contrario, significa quererse a uno mismo, no olvidarse de la propia persona, olvidada durante la adicción, para que la relación con el adicto se produzca desde la responsabilidad de cada cual.